lunes, 8 de agosto de 2016

Ricardo Plant Vivir y partir Soñando



Ricardo Plant Vivir y partir soñando 

Por Carlos L. Dibar
(el 1° de agosto falleció Ricardo, este es un homenaje del arquitecto Carlos Dibar)


Si tuviéramos que analizar el concepto de lo incansable en el ámbito de la creatividad, seria Ricardo Plant una de las primeras personas en que estaríamos pensando como una carrera de jornadas donde la estructura de sus células cerebrales se convierten en cuestiones referidas a la expresividad.



Ricardo es una de esas personas que vamos a extrañar aunque su presencia seguirá siendo tan fuerte que difícilmente reconozcamos su ausencia porque siempre estará dentro de los que lo conocimos y compartimos su optimismo, su energía incansable y sus razonamientos certeros y afectuosos.
Ricardo ejercitaba constantemente el acto de mirar, desde lo analítico de la subjetividad en un escenario en el que cuestionaba y luego resolvía de manera conceptual Sus obras de tan distintas representaciones nos remontan innegablemente al camino de los sueños, sus manifestaciones son como la memoria, como el deambular neuronal con su propia percepción del tiempo, como la construcción de lo imaginario y el predominio de lo mental sobre lo físico siempre logrando la alternidad.
En conjunto Plant siempre nos invita a pensar en la complejidad, tantas veces irresoluble, de la relación entre lo que es y lo que puede ser de otra forma, la fragilidad de los asuntos de este mundo y los acontecimientos impredecibles que lo subvierten todo. En el aspecto ontológico siempre está indagando entre la universalidad del ser y las marcas geográficas internacionales sin descuidar el concepto latinoamericano y regional de un artista polifacético, un realizador que tiene “el sueño de la imaginación de todos los tiempos” al decir de Pasolini, “como una experiencia lingüística de investigación devenida en una experiencia filosófica"-

Todo esto y mas hace este artista con una obra -que mas allá de la arquitectura donde maneja los espacios y su conjunción con genialidad- un cumulo de signos, rostros y palabras que están sostenidas por su lógica interna y personal que traspone las fronteras de lo material, porque Ricardo trabaja con los vínculos emocionales y las estructuras arquetípicas que van mas allá de lo mundano y del inconsciente colectivo, porque mejor que nadie él sabe y conoce que los hechos sincronísticos de Karl Jung están enlazados en las estrellas que conforman este cosmos heterogéneo e infinito con una perfección inalcanzable que contrasta con los ritos, la existencia y la realidad del folclore y lo sagrado.
Ricardo nos has dejado además de un buen recuerdo y una ausencia difícil de superar, una ejemplar afabilidad de alguien que nunca “compró hecho” todo lo reinventaste siempre te seguiremos esperando hasta reencontranos.



CD