Snøhetta lidera el diseño de las nuevas residencias en 50 West 66th Street en el Upper West Side de Manhattan. Al abarcar las características que se encuentran en el vecindario, el diseño revela su base, cuerpo y corona en términos contemporáneos. La sorprendente geometría amplía el rico legado de diseño de torres de la ciudad de Nueva York, al tiempo que personifica una identidad formada a escala humana en la calle.
Situado en el corazón del núcleo cultural del vecindario, a pasos del Lincoln Center al oeste y Central Park al este, el edificio se unirá al vecindario, respondiendo sensiblemente a su contexto y haciendo referencia al carácter arquitectónico de la zona con una paleta natural de materiales refinados.
A nivel de la calle, el podio del edificio está revestido de piedra caliza y texturizada a mano con escaparates de bronce y vidrio, complementando la paleta de materiales cálidos de sus vecinos circundantes. La cuidadosa atención a los detalles y la materialidad le da a la base una presencia digna.
La entrada residencial del lado norte está revestida en bronce bruñido y piedra caliza que presenta un rostro acogedor hacia la calle, y un tratamiento similar identifica la entrada a una sinagoga en la calle 65. El edificio da un paso atrás en el segundo piso, creando un personaje del vecindario accesible a lo largo de la acera.
El diseño se logra a través de una serie de excavaciones escultóricas, que evocan la piedra cincelada del legado geológico de Manhattan. A medida que el edificio se eleva, su volumen es tallado, dividiendo el volumen de la torre en dos. Las esquinas achaflanadas refinan su silueta y forman una terraza compartida en el piso 16.
Esta terraza crea un nuevo corazón social para el edificio en una ubicación única y fomenta un sentido de comunidad entre sus residentes. Aquí, el espacio al aire libre escalonado se planta generosamente y ofrece vistas espectaculares de la ciudad, el río Hudson y Central Park.
Sobre la terraza del piso 16, el diseño se vuelve más delgado a medida que continúa ascendiendo hacia el cielo. Las esquinas opuestas del edificio se cortan para crear balcones con amplias vistas de la ciudad. Esta cremallera de logias corre a todo lo largo del volumen superior, conectando visualmente el cuerpo a su brillante corona esculpida.
Las facetas en ángulo evocan este vocabulario cincelado, revelando el mismo bronce reluciente encontrado en la base del edificio. 50 West 66th brillará como una cálida linterna, un nuevo amigo en el horizonte de la ciudad de Nueva York. Fuente e imágenes, cortesía de Snøhetta .
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