La obra, que hasta hace poco albergaba las estructuras industriales-se encuentra en una posición relativamente desplazada del centro histórico de Lugo. Sin embargo, pronto se convertirá en un punto de llegada para los visitantes de la ciudad.
Bien puede parecer difícil de asimilar la arquitectura en el paisaje, pero este es uno de los casos en los que nos gustaría pensar que la relación entre los dos es más que una frase hecha. Proponemos un museo-parque o un parque-museo, que estará vinculada a la secuencia de las zonas verdes de la ciudad, ocultando las áreas de estacionamiento subterráneo y emergentes en una constelación de linternas cilíndricas dispersas a lo largo de una zona verde continua.
Como ocurre cada vez que una idea arquitectónica pretende ser incorporada que surge con mucha frecuencia desde la intuición-, es el análisis del programa y su ubicación que hace que la propuesta concreta a tener sentido. Vamos a dividir el programa en dos grandes áreas conectadas: el aparcamiento y el centro de visitantes.
La gran diferencia de altura entre los extremos oeste de la obra de construcción del este y sugiere la posibilidad de tomar 444 m como un nivel promedio de referencia, de tal manera que el garaje se desarrolla casi al nivel de la calle, quedando así medio enterrado.
El Centro de Visitantes se organiza esencialmente en una sola planta iluminada a través de grandes patios circulares, que permiten que la luz natural penetre y permite el uso independiente y controlado.Desde el patio principal, las habitaciones más peculiares y más alto de exposición surgirán, como bastiones-, cilíndricos contemporáneos que se convertirán en la imagen del nuevo edificio que se proyecta hacia el exterior.
La superficie de exposición ha sido concebida a partir de dos tipos de espacios: uno que es neutro, flexible, adecuado para la exposición de los paneles, y contendrá módulos interactivos o vitrinas con piezas originales, y el otro se define por tres bastiones cilíndricos, que son peculiares espacios debido a su forma y dimensiones, adecuadas para instalaciones audiovisuales y proyecciones.
Tanto el Museo y el Centro de Visitantes se articulan en una secuencia de espacios interiores y exteriores con varios itinerarios en los que el paisaje y la historia será capaz de transmitir la íntima relación que los une. Conciencia respecto de las cuestiones ambientales es una consecuencia de la propia concepción del proyecto.
El fuerte impacto que una gran cantidad de vehículos-coches y autobuses-se han producido en la superficie se evita ocultar el área de estacionamiento debajo de la cubierta ondulante de vegetación.Del mismo modo, los espacios destinados a los visitantes y el museo ocupa un piso semienterrado bajo el mismo follaje verde, que favorece la inercia térmica, reduciendo así la necesidad de aporte energético.
La exposición Torres sale del jardín serán externamente re-cubierto por una piel metálica ligera, que dará cabida a la incorporación de paneles solares e iluminación nocturna en su diseño, a través de una interpretación contemporánea de los baluartes de la muralla romana.
El nuevo museo supondrá la experiencia de un paseo por un paisaje metálico vegetativo, un campo luminoso cuya nocturno resplandor se parecen surgir de dentro de la tierra. El Museo de Lugo evocará imágenes de campos y cuevas, paredes y torres fortificadas-metáforas de un paisaje y una cultura que los habitantes de Lugo llevan dentro de su propia memoria.
Ubicación: Lugo. España
Arquitecto: Nieto Sobejano Arquitectos
Arquitecto del proyecto: Alexandra Sobral
Colaboradores: Vanesa Manrique, Juan Carlos Redondo, Borja Ruiz-Apilánez, Bart de Beer, Rocío Domínguez
Modelos: Juan de Dios Hernández - Jesús Rey, Nieto Sobejano Arquitectos
Ingeniero Mecánico: 3i Ingeniería Industrial
Construcción: UTE Aldesa Construcciones
Año: 2011
Cliente: Ayuntamiento de Lugo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios sobre la nueva entrada