¡Indígnate!
Por Stéphane Hessel
Después de 93 años, estoy cerca
del final. El final para mi ya no está muy lejos. Pero todavía permítanme
recordar a otros que actuaron basados en mi compromiso político. Fueron los
años de resistencia a la ocupación Nazi -- y el programa de derechos sociales
elaborado hace 66 años atrás por el Consejo Nacional de la Resistencia.
Es a Jean Moulin [miembro
asesinado del Consejo] a quien le debemos como parte de este Consejo, la unidad
de todos los elementos de la Francia ocupada -- los movimientos, los partidos,
los sindicatos -- para proclamar su membresía en la Francia combatiente, y le
debemos esto al único líder que lo reconoció, el general Charles de Gaulle.
Desde Londres donde me uní a de Gaulle en Marzo de 1941, aprendí que este
Consejo había completado un programa lo adoptó el 15 de Marzo de 1944, que
ofrece para la Francia liberada un grupo de principios y valores en los que
descansaría la moderna democracia de nuestro país.
Estos principios y valores los
necesitamos más que nunca. Es hasta que nosotras lo veamos, todas juntas, que
nuestra sociedad se vuelva una de la que estemos orgullosos, no esta sociedad
de inmigrantes sin papeles -- expulsiones, sospechas respecto a los
inmigrantes. No esta sociedad donde se cuestiona la seguridad social y los
planes de pensiones y salud nacionales. No esta sociedad donde los medios
masivos están en manos de los ricos. Son cosas en las que nos habríamos negado
a ceder si fuesemos los herederos verdaderos del Consejo Nacional de la
Resistencia.
Desde 1945, después de un
horroroso drama [La 2ª Guerra] hubo una ambiciosa resurrección de la sociedad a
la que el mismo remanente del contingente del Consejo de la Resistencia se
dedicó. Recordemosles mientrsa creaban un programa de salud nacional y de
pensiones tal como la Resistencia quería, como su programa estipulaba, "un
plan completo de salud nacional y seguridad social, apuntado a asegurar a todos
los ciudadanos y ciudadanas los medios de subsistencia cuando sea que estén incapacitados
para encontrar un trabajo; una jubilación que permita a los viejos trabajadores
terminar sus días con dignidad."
Las fuentes de energía,
electricidad, y gas, minas, los grandes bancos, fueron nacionalizados. Ahora
esto fue como el programa recomendaba: "... el retorno a la nación de los
monopoilizados medios de producción, frutos del trabajo común, fuentes de
energía, riqueza de las minas, de compañías de seguros y de los grandes bancos;
la institución de una verdadera democracia económica y social involucra la
salida de los grandes feudos económicos y financieros de la dirección de la
economía."
El interés general debe dominar
sobre los intereses especiales. El hombre justo cree que la riqueza creada en
la esfera del trabajo debe dominar sobre el poder del dinero.
La Resistencia propuso, "una
organización racional de la economía asegurando la subordinación de los
intereses especiales a los intereses generales, y la emancipación de los
"esclavos" de la dictadura profesional que fue instituída en los estados
facistas," que había usado el gobierno interino [por dos años después de
la guerra] de la república como un agente.
Una verdadera democracia necesita
una prensa independiente, y la Resistencia lo sabía, lo demandaba, defendiendo
"la libertad de prensa, su honor y su independencia del Estado, el poder
del dinero y la influencia extranjera." Esto es lo que alivió las
restricciones a la prensa desde 1944. Y la libertad de prensa está
definitivamente en peligro hoy.
La Resistenica solicitó una
"real posibilidad para que todos los niños y niñas franceses se beneficien
de la más avanzada educación" sin discriminación. Las reformas ofrecidas
en el 2008 van contra este plan. Jóvenes profesores y profesoras, cuyas
acciones apoyo, llegaron al extremo de negarse a aplicarlas, y vieron sus
salarios reducidos como forma de castigo. Se indignaron,
"desobedecieron", juzgando esas reformas demasiado alejadas del ideal
de una escuela democrática, muy al servicio de una sociedad de comercio y no
desarrollando la mente inventiva ni crítica suficiente.
Todas las fundaciones de la
conquista social de la Resistencia están amenazadas hoy.
El motivo de la Resistencia:
Indignación.
Alguno se atreverá a decirnos que
el Estado no puede afrontar los gastos de estas medidas para ciudadanos nunca
más. ¿Pero cómo puede existir hoy una falta de fondos para apoyar y extender
estas conquistas si la producción de riqueza ha aumentado considerablemente
desde el periodo de la Liberación cuando Europa estaba en ruinas? Al contrario,
el problema es el poder del dinero, tan opuesto por la Resistencia y el gran
hombre egoísta, con sus propios sirvientes en las altas esferas del Estado.
Los bancos privatizados de nuevo,
han probado estar más preocupados de sus dividendos y de los altos sueldos de
sus líderes que del interés general. Esta disparidad entre los más pobres y los
más ricos nunca había sido tan grande, ni amasar fortunas y la competición tan
incentivado.
¡El motivo básico de la
Resistencia fue la indignación!
Nosotros, los veteranos de los
movimientos de resistencia y de las fuerzas de combate de la Francia Libre,
llamamos a la generación joven a vivir, transmitir, el legado de la Resistencia
y sus ideales. Les decimos: Tomen nuestro lugar, ¡Indígnense!
Los líderes políticos, económicos
e intelectuales y la sociedad no tienen que ceder ni permitir la opresión de
una dictadura internacional real o de los mercados financieros que amenazan la
paz y la democracia.
Deseo para todas las personas,
para cada una que tengan sus propios motivos de indignación. Es invaluable.
Cuando alguien te atropella como era atropellado por el Nazismo, la gente se
vuelve militante, fuerte y comprometida. Ellos se unen a este momento histórico
y los grandes momentos de la historia deben continuar gracias a cada individuo.
Y este momento conduce a más justicia, más libertad, pero no a esa libertad
ilimitada del zorro en el gallinero. Los
derechos contenidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948
son justamente eso, universales.
Si te encuentras con un
desfavorecido, siente pena por él pero ayúdale a ganar sus derechos.
Dos visiones de la historia
Cuando trato de entender qué
causó el fascismo, lo que lo hizo que tantos fueran dominados por Hitler y el
régimen de Vichy, me digo a mi mismo que los propietarios, con sus egoísmos
estaban tremendamente asustados con la revolución Bolchevique. Se les permitió
liderar con sus miedos.
Pero si, hoy como entonces una
activa minoría se levanta, será suficiente; debemos ser la levadura que hace
que el pan suba. Ciertamente, la experiencia de una persona muy vieja como yo,
nacida en 1917, es diferente a la experiencia de la gente joven de hoy en día.
Yo a menudo le pido a profesores la oportunidad de interactuar con sus
estudiantes y les digo: No tienen las mismas obvias razones para comprometerse.
Para nosotros resistir era no aceptar la ocupación alemana, vencer. Esto fue
relativamente sencillo. Simple como lo que siguió la descolonización. Entonces
vino la guerra en Argelia.
Era necesario que Argelia fuese
independiente, era obvio. En cuanto a Stalin, aplaudimos la victoria del
Ejército Rojo contra los Nazis en 1943. Pero ya sabíamos de las atrocidades
stalinistas de 1935, e incluso si era necesario mantener los oídos abiertos
hacia el comunismo para compensar el capitalismo estadounidense, la necesidad
de oponernos a esta insoportable forma de totalitarismo se había establecido
como una perogrullada. En mi larga vida presencié una sucesión de motivos para
indignarme.
Estas razones nacieron menos de
una emoción que de un compromiso deliberado. Como estudiante de una escuela
normal [una escuela de magisterio] fui muy influenciado por Sartre, un
compañero de estudios. Su "La náusea" [Una novela], "El
Muro" [Un drama] y "El Ser y la Nada" [un ensayo] fueron muy
importantes en el entrenamiento de mi pensamiento. Sartre nos enseñó
"Ustedes son responsables como individuos". Ese fue un mensaje
libertario. La responsabilidad de una persona no puede ser asignada por el
poder o una autoridad. Al contrario, es necesario estar involucrado en el
nombre de la responsabilidad de uno como ser humano.
Cuando entré en la French Ècole
Normale Superieure, en la calle Ulm en París en 1939, entré como un ferviente
adherente del filósofo Hegel, y adherí al pensamiento de Maurice Merleau-Ponty.
Su enseñanza explora la experiencia concreta, la del cuerpo y sus relaciones
con los sentidos, una gran sensación singular enfrentada con una pluralidad de
sensaciones. Pero mi optimismo natural que busca que todo lo deseable sea
posible, me llevó más bien a Hegel. El Hegelismo interpreta la larga historia
de la humanidad como teniendo un significado: Es la libertad del hombre
progresando paso a paso. La historia se hace de sucesivos choques y la toma en
consideración de los desafíos. La historia de las sociedades y por lo tanto, de
los avances, y al final el hombre ha alcanzado su plena libertad, tenemos en el
estado democrático su forma ideal.
Este es ciertamente otro
entendimiento de la historia. Dice que el progreso está hecho de
"libertad", luchando por "siempre más"; esto puede ser como
si viviésemos en un huracán devastador. Así es como se lo representaba a un
amigo de mi padre, el hombre que compartió conmigo un esfuerzo por traducir al
alemán "En busca del tiempo perdido" [novela] de Marcel Proust.
Él era el filósofo alemán Walter
Benjamin. Había elaborado una visión pesimista de una pintura de Paul Klee, un
pintor suizo, el "Angelus Novus", donde la cara del ángel abre los
brazos para contener y empujar una tempestad, que él identifica con el
progreso. Para Benjamin, que se suicidaría en Septiembre de 1940 para escapar
del Nazismo, el sentido de la historia es la progresiva dominación de un
desastre tras otro.
Indiferencia: La peor de las
actitudes.
Es verdad que las razones para
estar indignadas pueden verse hoy menos claramente relacionadas o el mundo se
ha vuelto demasiado complejo. ¿Quién está haciendo el ordenamiento, quién lo
decide? No es siempre sencillo diferenciar entre todas las corrientes que nos
gobiernan. No estamos lidiando con una pequeña elite cuyas actividades pueden
ser fácilmente visibles. Este es un mundo vasto, en el cual tenemos una
sensación de interdependencia. Vivimos en una interconectividad como nunca
antes. Pero en este mundo todavía hay cosas intolerables. Para verlas, es bueno
y necesario mirar, buscar. Le digo a los jóvenes, busquen poco y eso es lo que
van a encontrar. La peor de las actitudes es la indiferencia, decir "No
puedo hacer nada contra eso. Ya me las arreglaré para salir adelante." Por
incluirte a ti mismo en esto, pierdes uno de los elementos que hacen al ser
humano: la facultad de indignarse y el compromiso que es una consecuencia de lo
primero.
Ellos y ellas [las personas
jóvenes] pueden desde ya identificar dos grandes desafíos nuevos:
1. La gran brecha que existe
entre los más pobres y los mśa ricos y que no cesa de crecer. Es una innovación
de los siglos 20 y 21. Los más pobres en el mundo de hoy ganan apenas dos
dólares al día. Las nuevas generaciones no pueden dejar que esta brecha se
vuelva mayor. Los reportes oficiales por sí solos deberían provocar un
compromiso.
2. Derechos humanos y estado del
planeta: Tuve la oportunidad después de la Liberación de participar en la
escritura de la Declaración UNiversal de los Derechos Humanos, adoptada por la
Organización de las Naciones Unidas, el 10 de Diciembre de 1948 en París en el
Palacio de Chaillot. Fue como secretario privado principal de Henry Laugier, el
Secretario General adjunto de la ONU, y como secretario de la Comisión sobre Derechos
Humanos que yo con otros participamos en la redacción de esta declaración. No
sabría cómo olvidar el rol en su
elaboración de René Cassin, quien fue comisionado nacional de justicia y
educación en el gobierno de la Francia Libre en Londres en 1941 y ganó el
Premio Nobel en 1968, ni el de Pierre Mendès-France en el Consejo Económico y
Social a quien le enviábamos los borradores que producíamos antes de ser
considerados por el Tercer Comité (Social, Humanitario y Cultural) de la
Asamblea General. Fue ratificado por los 54 estados miembros en sesión de las Naciones Unidas y yo lo
certifiqué como secretario.
Es a René Cassin a quien le
debemos el concepto de "derechos universales" en vez de
"derechos internacionales" como lo planteaban nuestros amigos estadounidenses
y británicos. Esto [universal en vez de internacional] fue clave porque, al
final de la Segunda Guerra mundial, lo que estaba en juego era lo que iba a ser
emancipado de las amenazas del totalitarismo que había pesado sobre la
humanidad.
Para llegar a ser emancipado era
necesario obtener de los estados miembros de la ONU una promesa de respetar
estos derechos universales. Esto fue una forma de tratar de burlar el argumento
de "soberanía total" que cada nación enfatiza mientras se dedica a
provocar violaciones contra la humanidad en su propio suelo. Tal sería el caso
de Hitler quien se sentía con un poder supremo y autorizó a provocar un
genocidio. Esta declaración universal le debe mucho a la repulsión universal
hacia el Nazismo, el fascismo y el totalitarismo -- y le debe un montón, en
nuestras mentes al espíritu de la Resistencia.
Tenía la sensación de que era
necesario moverse rápidamente para no ser engañados por la hipocresía que había
en la composición de la ONU, algunos que reclamaban que esos valores ya estaban
ganados no tenían intención alguna de promoverlos fielmente -- afirmaban que
nosotros tratábamos de imponerles valores en la declaración.
No puedo resistirme al deseo de
citar el artículo 15 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(1948): "Toda persona tiene el derecho a una nacionalidad." El
artículo 22 dice: "Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene
derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la
cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de
cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales,
indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad." Y
si bien esta afirmación tiene un alcance declarativo y no legal, ha jugado un
papel muy importante desde 1948. Esto llevó al pueblo colonizado a pelear por
su independencia; esto sembró en sus mentes una batalla por la libertad.
Noto con satisfacción que en el
curso de las últimas décadas ha habido un aumento en las Organizaciones No
Gubernamentales (ONGs) y en movimientos sociales como ATTAC (Asociación por una
Tasa a las Transacciones financieras especulativas y la Acción Ciudadana) o
como la FIDH (Federación Internacional de Derechos Humanos) y Amnistía Internacional
que son activos y competitivos. Es obvio que para ser efectivos hoy es
necesario actuar en red, usar todos los medios de comunicación modernos.
A la gente joven le digo: Miren
alrededor, encontrarán temas que justifiquen su indignación -- hechos acerca
del tratamiento de inmigrantes, de inmigrantes "ilegales", de
gitanos. Encontrarán situaciones concretas que les llevan a fortalecer su
acción ciudadana. ¡Busquen y encontrarán!
Mi indignación por lo que ocurre
en Palestina.
Hoy mi mayor indignación tiene
que ver con Palestina, la Franja de Gaza y Cisjordania. Este conflicto es
indignante. Es absolutamente esencial leer el reporte de Richard Goldstone, de
Septiembre del 2009, en Gaza, en que un juez sudafricano y judío que afirmaba
aun ser un sionista, acusó al ejército israelí de haber cometido "actos
comparables a crímenes de guerra y quizás en determinadas circunstancias,
crímenes contra la humanidad" durante su "Operación Plomo
Fundido" que duró 3 semanas.
Volví a Gaza en 2009 cuando pude
entrar con mi esposa gracias a nuestros pasaportes diplomáticos, para estudiar
de primera mano lo que el reporte decía. La gente que nos acompañaba no fue
autorizada a entrar en la franja. Allí y en Cisjordania. También visitamos el
refugio de palestinos establecido por la UNRWA desde 1948, donde más de 3
millones de palestinos fueron expulsados desde sus tierras en Israel, esperando
todavía un cada vez más problemático retorno.
En cuanto a Gaza, esto es como
una cárcel sin techo para un millón y medio de palestinos. Una prisión donde la
gente se organiza para sobrevivir. A pesar de la destrucción material como la
del Hospital de la Media Luna Roja por la Operación Plomo Fundido, esta el
comportamiento de sus habitantes, su patriotismo, su amor por el mar y las
playas, su constante preocupación por el bienestar de sus niños, que son
innumerables y alegres, que permanecen en mi memoria. Estábamos impresionados
con cuán ingeniosamente ellos enfrentaban todas las carencias que les han sido
impuestas. Les vimos hacer ladrillos, por falta de cemento, para reconstruir
las miles de casas destruídas por los tanques. Ellos nos confirmaron que
hubieron 1.400 muertos -- incluyendo mujeres, niños y ancianos en el campo
palestino -- durante esta "Operación Plomo Fundido" llevada a cabo
por el ejército israelí, comparada con tan sólo 50 personas heridas en el lado
israelí. Comparto las conclusiones del juez sudafricano. Que estos judíos
puedan, ellos mismos, perpetrar crímenes de guerra es insoportable. Ay, la
historia no nos da ejemplos suficientes de gente que extrae lecciones desde su
propia historia.
¿Terrorismo o exasperación?
Sé que Hamas [partido de los
luchadores de la libertad palestinos], que ha ganado las últimas elecciones
legislativas, puede no ayudarlos que cohetes sean lanzados sobre ciudades
israelíes en respuesta a la situación de aislamiento y bloqueo en que los
gazanos viven. Pienso naturalmente que el terrorismo es inaceptable; pero es
neceario admitir (desde la experiencia en Francia) que cuando el pueblo está
ocupado por fuerzas inmensamente superiores a ellos mismos, la reacción popular
no puede ser totalmente pacífica.
¿Le es útil a Hamas lanzar
cohetes hacia Sdérot [pueblo israelí al otro lado de la frontera con la franja
de Gaza]?
La respuesta es no. Esto no sirve
a sus propósitos pero ello puede explicar esto como una muestra de la
exasperación de los gazanos. Bajo la noción de exasperación, es necesario
entender la violencia como la lamentable conclusión de situaciones inaceptables
a las cuales han sido sometidos.
Por lo tanto, ellos pueden
llamarlo, terrorismo como una forma de exasperación. Y este llamado
"terrorismo" es un nombre inapropiado. Uno no debería tener que
recurrir a esta exasperación, pero hay que tener esperanza. La exasperación es
una negación de la esperanza. Es comprensible, diría que es casi natural, pero
aún es inaceptable. Porque esto no permite a adquirir resultados que la
esperanza posiblemente puede eventualmente producir.
No violencia: El caminio que
debemos aprender a seguir.
Estoy persuadido a que el futuro
le pertenece a los no violentos, la reconciliación de diferentes culturas. Es
por esta vía que la humanidad entrará a su siguiente etapa. Pero en esto estoy
de acuerdo con Sartre: No podemos excusar a los terroristas que lanzan bombas,
pero podemos entenderlos. Sartre escribió en 1947: "Reconozco que la
violencia en cualquier forma que pueda manifestarse es un revés. Pero es un
revés inevitable porque estamos en un mundo de violencia. Y si bien es cierto
que el riesgo de recurrir a la violencia es permanente, es también cierto que
es el medio seguro para hacerla detenerse."
A esto añadiría que la
no-violencia es una segura forma de hacer que la violencia se detenga. Uno no
puede tolerar el terrorismo, usando a Sartre o en el nombre de este principio,
durante la guerra de Argelia ni durante los juegos olímpicos de Munich en 1972,
en el intento de asesinato contra los atletas israelíes. El terrorismo no es
productivo y Sartre mismo se preguntaría al final de su vida sobre el sentido
de la violencia y dudar de su razón de ser.
Sin embargo, proclamar "la
violencia no es efectiva" es más imporante que saber si uno debe condenar
o no a quienes se dedican a esto. El terrorismo no es efectivo. En la noción de
la efectividad, una esperanza no sangrienta es necesaria. Si hay una esperanza
violenta, está en el poema de William Appollinaire "la esperanza es
violenta" y no en la política.
Sartre, en Marzo de 1980, a tres
semanas de su muerte declaró: "Es necesario tratar de explicar por qué el
mundo de hoy, que es horrible, es sólo un instante en un largo desarrollo
histórico, que la esperanza siempre ha sido una de las fuerzas dominantes en
revoluciones e insurrecciones y cómo todavía siento esperanza como mi
concepción de futuro.
Es necesario entender que la
violencia se opone a la esperanza. Es necesario preferir la esperanza,
esperanza por sobre la violencia. La no-violencia es el camino que debemos
aprender a seguir. También los opresores.
Es necesario llegar a
negociaciones para quitar la opresión; esto es lo que permitirá no tener más
violencia terrorista. Por lo tanto no debemos permitir que se acumule demasiado
odio.
El mensaje de Mandela y Martin
Luther King encuentra toda su pertinencia en el mundo que ha superado la confrontación
de ideología [p.e. Nazismo] y el totalitarismo conquistador [p.e. Hitler]. Esto
es también un mensaje de esperanza en la capacidad de las sociedades modernas
de sobreponerse a conflictos por medio del mutuo entendimiento y una paciente
vigilancia. Para alcanzar este punto es necesario basarse en derechos, en vez
de violaciones, quien sea el autor, debe causar nuestra indignación. No hay que
transar estos derechos.
Por una insurrección pacífica.
He apreciado, y no soy el único,
la reacción del gobierno israelí cuando por la forma en que cada viernes los
ciudadanos de Bil'in protestaban sin usar piedras ni la fuerza hasta el muro de
separación. Las autoridades israelíes calificaron esto como un "terrorismo
no sangriento". Esto es algo bueno... Es necesario ser israelí para
calificar la no violencia como terrorista. Es especialmente necesario para ser
incómodos [como le resultaba a los israelíes] por la eficacia de la
no-violencia, que se encuentra para provocar apoyo, entendimiento -- el apoyo
de todas las personas que en el mundo son adversarias de la opresión.
El pensamiento productivista,
impulsado por Occidente condujo al mundo a una crisis de la que debe salir a través de una radical ruptura
con el concepto de "crecer" no solo en el campo financiero sino
también en el dominio de las ciencias y la tecnología. Ya es el momento de que
las preocupaciones acerca de la ética, la justicia y el equilibrio duradero
(económico y medio ambiental) prevalezcan. Porque son los riesgos más serios
que nos amenazan. Ellos pueden poner fin a la aventura humana en el planeta,
que puede llegar a ser inhabitable para los humanos.
Pero sigue siendo cierto que el
progreso más importante fue hecho después de 1948 [año de la fundación de la
ONU y la declaración de los Derechos Humanos]: descolonización, el fin del
apartheid, la destrucción del imperio soviético, la caída del muro de Berlín.
Por otro lado, los diez primeros años del siglo XXI fueron un periodo de
degeneración. Esta degeneración es explicada en parte por la presidencia de
George Bush, los eventos del 11 de Septiembre y desastrosas consecuencias que
involucran a los Estados Unidos, tales como la intervención militar en Iraq.
Tenemos esta crisis económica,
pero todavía no iniciamos una nueva política de desarrollo. Del mismo modo, la
cumbre de Copenhagen contra el cambio climático no produjo una política real
para la preservación del planeta.
Estamos en el umbral entre el
terror de la primera década y las posibilidades de las décadas que siguen. Pero
es encesario tener esperanza, es siempre necesario. La década anterior, la de
los noventa, ha sido un tiempo de gran progreso. Las Naciones Unidas tuvieron
la sabiduría de llamar a conferencias como la de Río sobre medio ambiente, en
1992, y la de Beijing sobre la mujer en 1995. En Septiembre del 2000, por
iniciativa del secretario general de la ONU, Kofi Annan, los 191 miembros
adoptaron una declaración con "8 objetivos del milenio para el
desarrollo" de la que notablemente prometieron reducir la pobreza en el mundo
a la mitad para el 2015.
Mi pesar está en que ni Obama ni
la UE se han comprometido a lo que debiera ser su aportación por una fase
constructiva, basada en valores fundamentales.
Conclusión.
¿Cómo concluir este llamado a la
indignación? Diciendo todavía lo que, en ocasión del sexagésimo aniversario del
programa del Consejo Nacional de la Resistencia dijimos el 8 de Marzo del 2004
-- somos veteranos de los movimientos de resistencia y fuerzas de combate de la
Francia Libre (1940-1945) -- que ciertamente "El nazismo fue derrotado,
gracias al sacrificio de nuestros hermanos y hermanas de la Resistencia y a las Naciones Unidas contra la barbarie
fascista. Pero esta amenaza no ha desaparecido y nuestra ira contra la
injusticia sigue intacta". No, esta amenaza no ha desaparecido por
completo. Convoquemos una verdadera insurrección pacífica contra los medios de
comunicación de masas que no propongan como horizonte para nuestra juventud
otras cosas que no sean el consumo en masa, el desprecio hacia los más débiles
y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición excesiva de todos
contra todos."
A todas las personas que harán el siglo XXI, les decimos con
afecto:
CREAR ES RESISTIR;
RESISTIR ES CREAR.
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